
Reseña de La utopía reaccionaria de José Pemartín y Sanjuán (1888-1954). Una historia genética de la derecha española (Universidad de Cádiz, 2018). Autor: Álvaro Castro Sánchez
El punto de partida de este libro fue la tesis doctoral del autor, si bien él mismo afirma que defendiendo la tesis se dio cuenta de que iba a quedar mejor si separaba la cuestión filosófica y ponía de relieve la trayectoria política, pero sin dar de lado los aspectos filosóficos y dando protagonismo a material que descubrió más tarde y que no está en la tesis. Así que esta obra sirve no sólo como una especie de biografía de este personaje tan importante en su momento y que ha quedado relegado al olvido, sino también para dejar constancia de la trayectoria de las derechas españolas durante los ultimos años del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Es digna de reseñar el distanciamiento que ha aplicado al autor a la hora de retratar a Pemartín, sin afán de rehabilitarlo ni tampoco de condenarla, haciendo una semblanza lo más objetiva posible.
También es meritorio el ritmo ágil del texto y los datos que aporta para situarnos en el contexto de la época, lo cual hace la lectura amena y grata. El tercer aspecto a remarcar es el enorme volumen de documentación que ha manejado Castro, así como su variedad.
José Pemartín nace en el año 1888 en el seno de una familia bodeguera de la alta burguesía jerezana. De origen francés, como tantas otras familias del marco vinatero de Jérez de la Frontera, su familia vino a menos a finales del XIX, pero todavía mantiene cierto estatus durante el siglo XX. Se trata de un “Filosófo señorito”, como lo califica Castro, que se forma en Francia con una educación exquisita. En años 20 vive en Sevilla y durante los años 30 milita en Unión Patriótica, partido único durante dictadura de Primo de Rivera, formando parte de la extrema derecha monárquica, que tiene un protagonismo destacado en Sevilla. Ya en la Guerra Civil combina un papel importante en las comisiones de depuración del profesorado junto a elaboración teórica para su familia política, la extrema derecha a favor de la vuelta de Alfonso XIII (más adelante de Don Juan de Borbón). Acaba en un puesto importante en el Ministerio de Educación Nacional, el segundo de a bordo.
Es un personaje con claroscuros, por ejemplo, gracias a él la filosofía cuenta con un papel relevante en el currículo de la Enseñanza Secundaria, una relevancia que no tiene parangón con el resto de países europeos.
A pesar de estar bien situado en el Madrid de posguerra, combina el Instituto Luis Vives del C.S.I.C. en Madrid con la militancia clandestina en contra de permanencia de Franco como Jefe de Estado y a favor de Don Juan. Dimitirá de su cargo en el Ministerio de Educación en 1942 en protesta por medidas represivas que se habían tomado contra el frente monárquico (trifulcas con falangistas). Se puede permitir dimitir porque tiene capital económico importante, él estaba ahí por convicciones. Pemartín creía firmemente en un régimen monárquico autoritario en el cual no tendría cabida un Parlamento como hoy lo entendemos, el Jefe de Estado sería el Rey y la Iglesia Católica tendría un papel muy relevante, por ejemplo en materia de enseñanza o en las leyes que tengan que ver con la familia. Morirá en Madrid en 1954 habiendo conectado con nueva generación de monárquicos tradicionalistas que se van abriendo hacia lo que conocemos como el liberalismo conservador.
Según Castro, la sombra de Pemartín de alguna manera sigue presente en algunas de las propuestas de la extrema derecha actual. “Habría que diferenciar entre la derecha moderna, que acepta valores del liberalismo, pero que convive con una derecha premoderna, yo diría que preilustrada. Quizás esa pervivencia hace de lastre hacia la modernización de las derechas”.
publicado por Juan Jesús Sánchez