En las recientes elecciones municipales se ha visto por primera vez tras 44 años de elecciones la debacle del PSOE en nuestra ciudad, que no sólo pierde la mayoría, sino que se quedan con 6 concejales (de 10 que tenía) y con un PP con mayoría absoluta. Al margen de este bipartidismo IU se mantiene en las 3 concejalías y el resto de fuerzas no consiguen representación.
Pero el PP no ha llegado a la alcaldía por «méritos propios». En su andar se han encontrado apoyos históricos del PSOE, como ejemplo la número cinco de la candidatura, pero también ex-concejales del PSOE a quienes no nombraré, pero cuyas fotografías con la señora Esteo, futura alcaldesa de Palma, así como publicaciones en redes sociales apoyándola, han sido constantes. A estos apoyos que en un momento de debilidad del PSOE acuden al sol que más calienta se le suman otros apoyos que más que apoyar al PP son votos contra el PSOE. Estos votos, incluso no pocos de izquierda, han visto al PP como la única manera de echar al PSOE del gobierno local. Esta es la gran derrota de la izquierda: No saber mostrarse como alternativa al PSOE, sino como muleta del mismo, incluso tras décadas de políticas de derechas y nepotistas. Un éxito que sí hay que reconocerle al PP es saber manejar las redes sociales. Me refiero, sobre todo, al perfil oculto del Liniel de Palma en Facebook. Se sospecha que lo dirige alguien de la dirección del PP, aunque ciertamente no se conoce su identidad. Los ataques del Liniel y del PP al gobierno local sólo han mostrado los errores y despropósitos del PSOE, bajando a lo local el discurso y llegando a los problemas de la ciudadanía, a veces con información privilegiada. Y es clave que la bajada del discurso sea con los problemas cotidianos del pueblo, no sólo porque estas son unas elecciones municipales, sino porque a nivel municipal se le pueden señalar las bajezas al PSOE, incluso algún caso de corrupción que salió en prensa. Pero claro, el PP viene a hablar de corrupción local en Palma, porque si habláramos de corrupción a nivel estatal, andaluz, o en otros municipios… quizás no le saldrían bien las cuentas. Ahora que toca fiscalizar el gobierno local del PP habrá que estar atentos.
Fuente Diario El País
La subida del PP ha sorprendido. Se esperaba una subida, pero no tanto. Y la subida ha sido tan abrumadora como el batacazo del PSOE. Durante décadas, aún con Salvador de alcalde, escuchábamos el chascarrillo de que si el PSOE pusiera un palo de fregona para alcalde saldría elegido. Tal era la impotencia ante los 44 años de gobierno local de este partido que, incluso haciendo barbaridades, conseguía ganando con mínimo 4-5 concejales de ventaja respecto al segundo partido, cuando no sacaba mayoría absoluta. En 2018, en una reunión privada, algún histórico de la izquierda dijo que el cálculo sobre la red clientelar del PSOE en Palma podría ser de unos 2500 votos, y de ahí sacaban una justificación al respecto de los resultados electorales. Más allá de la veracidad (o no) que este planteamiento pueda tener, lo cierto es que esta realidad se ha roto en estas elecciones. Es cierto que las no pocas meteduras de pata que han cometido (o que han salido a la palestra) empezando por la gasolinera en suelo urbano, organizar carreras populares sin contratar un seguro, el carril bici que hizo famoso a nuestro pueblo, etc. habrán quitado algunos votos al PSOE, pero los millones de euros gastados en obras faraónicas que no se han gestionado bien (la calle Feria, el Centro de Interpretación del Río, el museo del Cordobés…) no fueron para menos en elecciones anteriores. Algo más hay, seguro. Y la pérdida de la Junta de Andalucía, junto a la previsible pérdida de la Diputación de Córdoba, habrá animado a algunos que hasta ahora estaban cómodos con el PSOE a cambiarse de chaqueta.
Por otra parte, más allá del bipartidismo, está Izquierda Unida. Hay que felicitar a la formación de izquierdas por mantener el resultado que ya tuvo hace 4 años, en un momento difícil. Hay que remarcar que históricamente IU se ha movido siempre entre los 2 o 3 concejales. Además, a nivel comarcal han tenido un crecimiento significativo: A las alcaldías de Almodóvar y Fuente Palmera (y Peñaflor, que organizativamente no es la misma comarca pero en el sentimiento también lo es) hay que añadirle la alcaldía de Fuente Carreteros, donde ha sido evidente el trasvase de votos de Olivo-Independientes, que decidió no presentarse a estas elecciones, pasando la alcaldía de Independientes a IU. Las cuatro alcaldías las han conseguido por mayoría absoluta. Además han vuelto a tener la representación que habían perdido en Hornachuelos, y manteniendo una concejala en Posadas que será llave de gobierno frente a los 6 que han sacado PP y PSOE en la localidad malena. A nivel comarcal tienen más alcaldías que el PSOE (3 de IU por 2 del PSOE) aunque han perdido el diputado provincial que consiguieron hace cuatro años, en favor del PP.
Sin embargo cabe decir que, a pesar de que a nivel comarcal han conseguido crecer, en Palma da la sensación de que han llegado a su tope de votos. Las luchas contra la gasolinera, o en defensa de los puestos de trabajo en la industria palmeña, así como en defensa del medio ambiente o numerosas iniciativas culturales donde destacados militantes de IU han estado a la cabeza, no les han servido para otra cosa que mantener sus 3 concejalías. Hace más de cuatro años en los que hay un debate sobre la necesidad de una izquierda que supere al PSOE, y sobre todo que sepa entenderse entre ella misma. Quizás con una izquierda fuerte muchos votos que han ido al PP habrían ido a una candidatura de izquierdas que desbancara al PSOE. La diferencia entre un gobierno del PP y otro de la izquierda del PSOE sería abismal, pero para eso hay que tener voluntad e IU Palma, por el momento, no ha mostrado esa voluntad de sumar (ni siquiera lo hizo con Podemos).
Dentro de los partidos que no han sacado representación se presentó por segunda vez Vox, y también por segunda vez se quedó fuera del ayuntamiento y con unos resultados muy inferiores a los conseguidos a nivel estatal o autonómico. La única conclusión que saco de aquí es que cuando la gente le pone cara y cercanía a los candidatos de Vox se le quitan las ganas de votarles, y no me extraña. Vox a nivel estatal cumple un objetivo de llevar a la derecha el discurso de PP y PSOE, parece que en parte lo está consiguiendo. Pero a la hora de la verdad, cuando se trata de cambiar las condiciones materiales de la gente (para mejor o para peor) ni está ni se les espera. Y menos con las personas que presentan.
En estas elecciones, por primera vez en cuarenta años, hay sólo tres grupos políticos con representación. Los andalucistas quedan por primera vez desde 1987 sin representación municipal. Y sin embargo, es la primera vez que gana el PP, y con mayoría absoluta, en nuestra localidad. Aclarando las dudas: Una cuestión es que una izquierda fuerte podría desbancar al PSOE y hacer frente al PP, y otra muy distinta decir que sin esa unidad ganaría la derecha (si se entiende que el PSOE no es de derechas). Lo verdaderamente importante en la izquierda es estar organizada, y en estas elecciones se ha evidenciado que la única izquierda con organicidad en el municipio es IU. Tanto Adelante Andalucía-Andalucistas como Cambiemos Palma han acuciado una debilidad notoria. Los andalucistas, cuyo único activo en la campaña ha sido la cara de Teresa Rodríguez, han seguido el mismo papel que Adelante Andalucía en todo el panorama autonómico, pasando a la irrelevancia. Los andalucistas presentaron una candidatura con no pocas caras jóvenes, algo que destacar, pero que no han mostrado una ligazón con el pueblo. De ahí su poco más del 3% de votos.
Cambiemos Palma, por su parte, ha basado toda su campaña absolutamente en el Facebook. No han hecho actos públicos, no se han reunido con el tejido asociativo palmeño, no han pegado carteles, y siendo sinceros: sólo unos vídeos en Canal Palma del Río y una publicación cada 2 o 3 días en su página de Facebook no se le puede llamar campaña electoral. Cambiemos tenía una candidata con un lenguaje muy cercano al pueblo, y un programa político que, pese a escandalosos vacíos como la falta de propuestas hacia la juventud, podía conectar con buena parte de la población. Pero para que la gente te vote lo primero que tiene es que saber que te presentas, y que muestres ganas de que te voten. Salir a la calle y darte a conocer, a ti y tus propuestas. Estoy absolutamente convencido, viendo los resultados electorales, de que si Cambiemos Palma hubiera hecho campaña habrían sacado al menos una concejala, y el resultado podría haber sido distinto: Si el PP hubiera ganado sin mayoría absoluta, y Cambiemos fuera llave de gobierno, esta legislatura habría sido mucho más incómoda para el PP, pero también para el PSOE. La renuncia de Cambiemos a hacer campaña electoral ha sido clave para la mayoría absoluta del PP, y de este error tendremos que aprender durante estos cuatro años: No vale con tener las mejores propuestas para el pueblo, sino que también hay que saber exponerlo a la ciudadanía y que te vea como alternativa.
Un artículo de Francisco Ruiz