
En estos días se está ejecutando un proyecto para la restauración del Aljibe situado en el interior del recinto amurallado de Palma del Río, muy cerca de su Puerta Este. Según la información aparecida en los medios de comunicación1, el objetivo que pretende el Ayuntamiento, promotor de la intervención, es poner en valor esta estructura hidráulica integrada dentro del Conjunto Histórico de la ciudad. Para conseguirlo se propone:
“para permitir su contemplación, será protegido mediante una reja horizontal, para evitar caídas y arrojo de materiales.
Una barandilla perimetral limitará el acceso directo al monumento pero permite la observación del mismo cumpliendo las medidas de seguridad. Tanto la barandilla vertical como la reja horizontal dispondrán de una trampilla para acceso y mantenimiento, así como una escalera de pates para poder acceder a la sala inundada”.
Hace algunos años se descubrieron los restos de otro aljibe situado en el jardín junto al Colegio El Parque, en terrenos que pertenecieron al antiguo convento de San Basilio2. En aquella ocasión también se realizó una intervención con el objetivo explícito de “poner en valor” aquella estructura. La experiencia obtenida creeemos que debería orientar la actuación de quien hoy ostenta la responsabilidad de las obras sobre el aljibe que nos ocupa.
En el aljibe del Convento de San Basilio se recurrió también a la utilización de una barandilla metálica y una reja horizontal como medios para hacer compatible la exposición y contemplación del edificio y la seguridad de las personas que se acercaran a verlo. La experiencia nos ha demostrado los fallos del sistema elegido: escasa y mala visión del interior del bien que se intenta exponer, constantes restos de suciedad y basura sobre la reja, basura arrojada al interior del edificio que acaba empozoñando el agua.

Aljibe del jardín El Parque. Imposible verlo bajo la reja y la acumulación de basura
Existen numerosos ejemplos que nos demuestran que es posible aplicar otras soluciones y se deberían tener en cuenta a la hora de conservar y exponer estos elementos del Patrimonio Cultural de nuestra ciudad. La utilización de rejas es una solución anacrónica e ineficiente para conseguir los objetivos que hoy día nos planteamos.

Hay muchas formas de integrar el Patrimonio en la ciudad. Nada que ver esta imagen con la del aljibe de El Parque o el futuro aljibe del recinto amurallado
Según la misma nota de prensa, en el proyecto que ahora se acomete se especifica que:
“Para mejorar la apreciación del aljibe se propone un alumbrado interior y exterior, así como un panel explicativo. En cuanto a la urbanización del conjunto, se describe un acerado perimetral, análogo al existente en la zona y que enmarca el resto de edificios. De esta manera se crea una conexión con el resto de las solerías de la zona y la nueva intervención, constituyendo un fondo para apreciar desde todas partes el elemento a restaurar”.
Una vez más la experiencia proporcionada por la intervención en el aljibe del Convento de San Basilio y la posterior gestión diaria que se ha venido realizando durante años por parte de los responsables políticos, nos deben hacer reflexionar sobre esta nueva actuación en el Patrimonio Cultural palmeño.
Cualquiera que pase cerca del aljibe perteneciente al Tardón, puede ver cómo desde hace años la iluminación interna del bien no funciona. Ya era difícil apreciar el monumento cuando, en el primer momento, se instalaron las lámparas, pero desde que dejaron de iluminar, el lugar aparece como un elemento sombrío del paisaje urbano.

De noche es imposible saber que esta estructura sin iluminar esconde un aljibe
Otra cuestión importante que nos parece oportuno reseñar es la referente a la explicación didáctica que debe acompañar a estos hitos de nuestro patrimonio cultural. Sin los correspondientes elementos que informen sobre el monumento, nadie puede conocer su significado, nadie puede hacer una lectura comprensiva de la ciudad actual. El aljibe del Convento de San Basilio nunca lo ha tenido, esperemos que esta grave carencia se remedie cuanto antes y que sirva para que no se repita el mismo error en el aljibe que se está restaurando en estos momentos.

De día tampoco mejora mucho. Hasta empeora, puesto que puede verse la basura
Por último, el proyecto de restauración habla de contextualizar el aljibe dentro del espacio urbano que le rodea. Se indican una serie de pautas generales referidas a la utilización de materiales para el pavimentado de la zona, etc. Nada dice sin embargo, de una cuestión que nos parece fundamental: La necesaria desaparición de las vallas metálicas que actualmente aíslan a una parte considerable del recinto amurallado en esa zona. Las vallas impiden, de facto, la conexión transitable entre el aljibe y el recorrido interior junto a la muralla. Vallas que aparecen hoy, cuando se ejecuta este proyecto y cuando se desarrolla otra actuación sobre el espacio público que se sitúa junto a las viviendas, como un ejemplo más del sinsentido que muchas veces parece dirigir las actuaciones sobre el Patrimonio Cultural de los responsables políticos. La creación y mantenimiento de “zonas de exclusión” en nada nos beneficia como ciudadan@s y mucho menos desde la perspectiva del turismo.

Hace años que esta reja impide recorrer el recinto amurallado privatizando, de hecho, un espacio que es público
Las intervenciones urbanísticas en zonas con una especial carga patrimonial, como es el caso que nos ocupa, deben tener una esmerada sensibilidad con el espacio y los elementos sobre los que se actúa. Por desgracia, estamos habituados a todo lo contrario.
Un artículo de Antonio León Lillo. Historiador. Miembro de la directiva de Saxoferreo